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La convergencia de los sueños

Queridos amigos en el camino,

Espero que disfruten de esta pintura digital inspirada en el relato que hizo Thay de su sueño en el que era un estudiante de música que tenía que actuar ante el público de una universidad. Empecé a imaginarlo una mañana, después de despertarme de mi propio sueño en el que Thay invitaba a una campana para que nos ayudara a todos a volver al momento presente. Mientras invitaba a la campana, sus manos se movían a su alrededor de forma cinematográfica, con múltiples manos fundiéndose unas con otras, y algunas sostenían diversos instrumentos musicales.

En los días en que estaba dibujando esto, el 6 de enero de 2021 se produjo el violento motín en el Capitolio de los Estados Unidos. Estados Unidos vio una vez más su lado feo. Me sentí triste por las personas a las que se les había encomendado la tarea de ayudar a liderar y unir al pueblo dividido de esta nación. Así que esta exploración artística se convirtió en una actividad curativa para mí, una especie de bálsamo para el dolor mental que sentía en mi corazón por nuestra familia humana. Centrándome en la vida de Thay y en todo el sufrimiento y las separaciones que consiguió superar, me sentí más decidido que nunca a ayudar a hacer realidad su sueño de construir comunidades conscientes en las que personas de todos los ámbitos de la vida puedan convivir en armonía incluso con diferencias de opinión, valores y enfoques.

Mantuve esta imagen de mi sueño y el resonar de la campana en mi corazón durante todo el día, deteniéndome periódicamente mientras caminaba, comía o me sentaba para respirar y recordar lo más importante. Recé por la gente de esta tierra, desde las costas urbanas hasta las escarpadas montañas y los rurales valles centrales. Proyecté la energía de esa campana serena hacia todos los que pudieran haberse sentido excluidos por cualquier motivo, para que sus corazones pudieran calmarse, sus mentes encontrar algo de espacio y sus espíritus sentir algún alivio de todo el odio, la culpa y las percepciones erróneas de la separación.

El sueño de Thay

Hace muchos años, en una charla del Dharma, Thay compartió un sueño en el que era alumno de una prestigiosa escuela de música. Era la hora de los exámenes finales y todos tenían que actuar con sus instrumentos ante el público. Thay estaba un poco nervioso en el sueño porque nunca había aprendido a tocar ningún instrumento musical, así que no sabía cómo podría superar esa prueba final.

Cuando llegó el momento, Thay se subió al podio con las manos en los bolsillos. Miraba fijamente al público, mientras seguía su respiración con calma; de repente, sintió en el bolsillo la fría superficie metálica de la pequeña campana que normalmente llevaba consigo a todas partes. Le habían enseñado a utilizar esa campana en el templo, y en ese momento se dio cuenta de que también era un instrumento musical. Thay sacó la campana, la levantó hacia el público y la invitó a sonar como lo había hecho toda su vida. El sonido de la campana resonando por todo el auditorio trajo paz y serenidad a todos los que la escucharon.

Thay compartió que, cuando en el sueño ese momento se acababa, se volvió hacia un lado del escenario buscando a su maestro. Thay se sintió emocionado en el sueño por poder ver a su maestro, pero cuando éste estaba a punto de aparecer, Thay se despertó. Aun así, en su corazón sabía de algún modo quién había sido su maestro. A lo largo de los años, he oído a Thay compartir esta historia, dejando siempre el final abierto como una invitación para que todos imaginemos y descubramos por nosotros mismos quién debió de ser el «maestro». Es mi parte favorita de su relato porque nos permite participar y terminar la historia nosotros mismos. Quizá por eso he interiorizado la historia y se ha manifestado en mi sueño.

Comunidad del despertar

Terminé este dibujo el día de MLK (Martin Luther King Jr.), al final de nuestros días de pereza, el 18 de enero, y por eso lo dediqué a la amistad espiritual entre Thay y el Dr. King y a su visión mutua de construir una «comunidad amada» global en la que nos veamos unos a otros como hermanos de una misma familia. Escribí al pie del dibujo unas líneas que adapté del gatha de la campana.

Que el sonido de esta campana traiga alivio al mundo.

Que los que la escuchan despierten de su ilusión de un yo separado.

Una medicina para nuestro tiempo

Mientras escriboahora, pienso en el legado de Thay de renovar las prácticas budistas y en todo el esfuerzo que puso en introducir en el mundo el significado y la práctica de invitar y escuchar el sonido de la campana. No puedo imaginar cuántas charlas del Dharma habrá dado nuestro maestro sobre este tema. El sencillo acto de dejar de hacer todo lo que estamos haciendo cuando oímos que se invita a la campana, incluidos nuestros pensamientos y conversaciones, y devolver toda nuestra atención a nuestra respiración consciente fue inventado o adaptado por nuestro maestro. Antes, en los templos, la campana no tenía esa función o significación explícita. Thay formuló esta práctica como una medicina para nuestro tiempo, un antídoto contra nuestra moderna cultura de correr y aferrarnos y nuestra incapacidad para estar plenamente presentes a lo que ocurre en el momento presente, atrapados en nuestro constante exceso de pensamiento.

Thay incluso ha ampliado esta práctica de escuchar la campana y la ha aplicado para incluir el sonido de las campanadas del reloj. En casi todos los centros de práctica de Plum Village, encontrarás en el comedor un reloj de carillón que suena cada quince o treinta minutos. Se pide a los practicantes que detengan todas sus actividades cuando oigan la campana y que vuelvan a prestar atención a su respiración durante unas cuantas inspiraciones y espiraciones. Se nos enseña a cerrar los ojos y a recitar en silencio este gatha: Escucha, escucha, este maravilloso sonido me devuelve a mi verdadero hogar, y reconocer el momento presente y la maravilla de simplemente estar vivo. 

Una invitación

En este momento, invito a todos a continuar el legado de Thay manteniendo esta práctica de escuchar el sonido de la campana en su propia casa, lugar de trabajo o dondequiera que se encuentren. Puedes instalar un reloj que dé las campanadas en tu salón o en la cocina para que te recuerde parar. Puedes instalar una campana de plena conciencia en tu ordenador portátil o en tu teléfono portátil y programarla para que suene periódicamente, para ayudarte a parar durante tu ajetreado día. Cuando pares, cierra los ojos, recita el gatha y vuelva a tu «verdadero hogar», imaginando que todos respiramos juntos por todo lo ancho de este país y de este planeta, creando una energía colectiva de paz y bondad, y conectándonos todos en un momento de inter-ser. No se trata de una práctica de magia o de imaginación romántica; tiene un potencial real para aportarnos un beneficio inmediato a nosotros mismos, a los que tenemos cerca y a todos los que puedan cruzar aleatoriamente nuestro campo mental o ni siquiera estén en nuestra conciencia. La energía nunca se pierde. No hay ondas en el estanque que no tengan algún efecto, alguna repercusión. Ninguna intención mental de amabilidad y aceptación se perderá. Invito a todos a que nos ayuden a mantener este campo colectivo de buena voluntad en contraposición a la mala voluntad, de la fuerza del corazón en lugar de la agresión, sin importar qué o quién se enfrente a nosotros, y juntos podremos apoyarnos unos a otros en nuestro camino para construir la comunidad amada, para provocar el cambio y contribuir a nuestro despertar colectivo.

Atentamente,

Hermano Phap Dung

(Traducido por la sangha de la luna nueva)


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What is Mindfulness

Thich Nhat Hanh January 15, 2020

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